Escuchar Gorillaz en este estado es prácticamente igual que consumir la más fuerte de las drogas.
Es como llorar a cántaros, después llorar pero de felicidad, después bailar en el living riéndome a morir y después deprimirme un poco.
Todo eso en una insignificante media hora donde uno debería estar estudiando Martito.
Y ahora llegué al estado de "meh, eso fue divertido".
no es necesario una droga para que el cerebro se te ponga loco loco, solo hace falta tener alguna pequeña crisis interna, y la típica locura humana que nos caracteriza.
ah pero si, la mayoría de las veces admito que mi vida es casi-perfecta (y eso es mucho decir).
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