Fue increible, correr esas 6 o 7 cuadras bajo la lluvia torrencial, me llenó de vida, de adrenalina. La gente que nos miraba habrá pensado que estábamos locos, por no quedarnos adentro de la estación de servicio hasta que parara de llover, por ejemplo. Pero que importa, fue genial, esos abrazos y besos cada vez que parábamos a respirar bajo un techito, para después correr juntos de la mano y quedar empapados.
Hoy fue un día muy lindo. Te amo tanto, me dan ganas de llorar de felicidad, me hacés tan feliz.
Y acá la foto que demuestra lo mojados que quedamos
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